Para el Día de la Paz, algunos niños escribieron poesías o cuentos.
Este cuento lo realizó María López. Creo que os gustará.
EL LÁPIZ VOLADOR
En un
colegio de Murcia, Félix Rodríguez de la Fuente vivía un lápiz.
Ese lápiz
quería repartir la paz por todo el mundo hasta en los rincones más escondidos.
Un día se
encontró con su amiga la paloma, era blanca como la nieve y tenía unos ojos
cristalinos. Le pidió que le llevara por todo el mundo pero le respondió -No
puedo, me cansaría mucho.-Le respondió.
Luego le dijo si le llevaba al bosque para ver a su amiga águila. Y le
respondió que si.
Cuando
llegaron al bosque se la encontró en su nido. El lápiz le dijo que si le podía
llevar por todos los rincones del mundo. Pero dijo que no podía, se cansaría
mucho.
Fue
preguntándoselo a todos sus amigos y amigas. Entonces pensó que podía viajar en
avión o barco pero no quería porque se mareaba. Pensó que con unas alas de un
juguete del chino podría volar.
Entonces fue
a la casa de un niño con un juguete con alas. Las cogió cuando era de
noche y se fue pitando.
Al día
siguiente las probo y le sirvieron. ¡Que suerte de que no estuviesen rotas!
Porque ese niño era un desastre que rompía todos los juguetes, no le duraban ni
1 día.
Las probo y
se fue volando a Francia, Paris. Cuando llego estaba un poco cansado, bueno
poco no, demasiado. Allí escribió muchas notas que decían: "Si haces las
paces con tus enemigos serán tus amigos." Todos los franceses y francesas
hicieron caso a las notas que hizo el lápiz. Después de una semana en Francia se fue a Londres y allí hizo lo
mismo. Ese mismo día estaba Andrés un niño del colegio del que venía el lápiz,
el lápiz no le dijo nada a Andrés porque se asustaría.
Pasa una
semana y el lápiz se va a Nueva York donde se encuentra con otra alumna del
colegio, Mekdes. No le iba a decir eso porque se asustaría ella también. Hizo
lo mismo que en París y en Londres tirar las notitas con esa frase.
Al cabo de 2
semanas el lápiz estaba muy cansado, pero tenía que ir esta vez a China. En
China se encontró a otro alumno, Andy, que por lo mismo no le iba a decir nada.
Un día que
el lápiz repartió las notitas estaba muy cansado. Pero.... ¡La paz estaba en todo el mundo, hasta en los
rincones mas escondidos!
Le dieron el
Premio Nobel De La Paz, pues claro hizo un gran esfuerzo para la paz mundial.
El lápiz muy
cansado y gastado dijo: "El mundo se puede cambiar con un lápiz, y ese soy
yo."
El funeral
de el lápiz fue más festivo que fúnebre.
EL LÁPIZ VOLADOR